Cuando se conoció la noticia del aumento de la tasa de hospitalización debido al COVID-19 en Campinas, Brasil, los jóvenes de la Igreja do Nazareno Comunidade da Esperança, liderados por el pastor Giovanni Santos, decidieron ponerse sus cubrebocas y tomar el amor y el consuelo de Dios personalmente.

“Vimos la necesidad en ese momento de que la iglesia saliera de las cuatro paredes para esparcir esperanza”, dijo Santos. “Sabemos que el ambiente de un hospital puede ser muy difícil para quienes viven con una enfermedad o tienen un ser querido en esa situación, por lo que poder estar allí portando la presencia y el amor de Dios fue sobrenatural”.

El pastor quedó impresionado al ver a los jóvenes llenos del Espíritu Santo poniendo en práctica las enseñanzas de Jesús. Para él, esta experiencia impactará para siempre la vida de estos jóvenes y los acercará aún más a Jesús.

El líder del Ministerio de Intercesión de la JNI de la iglesia, José Pedro Alonso, contó sus experiencias al participar en esta iniciativa.

“Las puertas del infierno no se resisten a la iglesia que ora, ayuna y se mantiene firme. "Dios abrió las puertas y nos llevó a las camas de COVID-19 [pacientes] para ser una voz profética en ese lugar".

El grupo de 10 tiene la intención de seguir visitando los hospitales de la ciudad al menos una vez a la semana.

Fue hermoso ver a los profesionales de la salud, los pacientes en la cama e incluso a los miembros de la familia, acercándose y recibiendo todo lo que se les enseñaba. "La gente tiene sed de Jesús".