En Cerro Cama, Panamá, una iglesia local ha brindado luz y ayuda tangible a cientos de personas.

A través del liderazgo del pastor José Navarro y al apoyo de los Equipos de Misiones Nazarenas, la Iglesia del Nazareno en Cerro Cama, en el Distrito Central de Panamá, está experimentando un mover de Dios que se evidencia en su servicio a la comunidad.

Se han llevado a cabo múltiples iniciativas sociales de alto impacto por parte de voluntarios locales y distritales, con el apoyo de Tammy y Eliezel Soto, coordinadores de los Equipos de Misiones Nazarenas en Panamá. Estas iniciativas han incluido Escuelas Bíblicas de Vacaciones, equipos de misiones médicas, sesiones de apoyo para adolescentes y familias, distribución de comidas calientes y apoyo a escuelas públicas y familias necesitadas.

Varios distritos han participado a través de los Equipos de Misiones Nazarenas y han viajado para apoyar esta labor. Los distritos Philadelphia, Eastern Michigan, Indiana y Western Canada realizaron visitas entre febrero de 2024 y marzo de 2025. Cada distrito aportó sus manos, recursos y un corazón dispuesto a servir junto a la iglesia local.

En 2024, la iglesia de Cerro Cama comenzó la construcción de un nuevo santuario, un comedor infantil y un apartamento pastoral. Este proyecto de infraestructura busca no solo fortalecer la vida espiritual de la congregación, sino también ofrecer asistencia social y apoyo práctico a la comunidad. La construcción continúa a paso firme, reflejando la visión de una congregación que comprende su rol más allá de los muros de la iglesia: ser un refugio, un recurso y una presencia activa en la vida de sus feligreses.

“Cada vez que llega un equipo misionero, el número de participantes de la iglesia local es igual o mayor que el de voluntarios misioneros”, explicaron los Soto. “Esto demuestra que este proyecto les pertenece como iglesia y que los equipos simplemente se han unido para apoyarlos”.

El testimonio personal de Navarro es una parte vital de esta historia. Transformado por el poder de Dios al superar el alcoholismo a través del ministerio de la Iglesia del Nazareno El Progreso, ahora lidera con pasión la obra en Cerro Cama. No solo ayudó a fundar la iglesia, sino que también donó el terreno para este proyecto, demostrando así su total compromiso con el llamado de Dios.

El 3 de mayo, con sus propios recursos y un corazón dispuesto, la iglesia llevó esperanza a una comunidad vecina. Alrededor de 100 personas recibieron alimentos, regalos y un mensaje de salvación a través de la Palabra de Dios.

Estas acciones no son eventos aislados, sino el reflejo de una iglesia viva, comprometida y consciente de su llamado. Cerro Cama no solo está construyendo una estructura física, sino también un fuerte testimonio de lo que Dios puede hacer cuando su pueblo decide servir con fe, generosidad y unidad.

Hoy, la Iglesia del Nazareno en Cerro Cama es un testimonio de que no se necesita mucho para darlo todo. Solo se necesita un corazón dispuesto y la certeza de que, al servir, cada persona participa en el milagro más grande: transformar vidas para la gloria de Dios.