
El distrito Benelux se convierte en el distrito más nuevo de la Región Eurasia

A finales de marzo, la 49.ª asamblea del Distrito Netherlands dio inicio con la primera resolución: la votación para convertirse en el Distrito Benelux, aprobada por unanimidad. La histórica asamblea continuó, marcando la primera asamblea del Distrito Benelux, con una cálida bienvenida para los delegados de Luxemburgo.
“El año pasado, parecía que había llegado el momento de conectar la iglesia de Luxemburgo con el distrito holandés, con su iglesia plantada en Bélgica”, declaró Antonie Holleman, superintendente del Distrito Benelux y coordinador de estrategia de área para Northern Europe. “Estos tres países colaboran gubernamentalmente como Benelux, por lo que simplemente usamos este nombre existente”.
Cuando la Iglesia del Nazareno se estableció en los Países Bajos en 1967, pasó a formar parte del Distrito Middle European, y pronto se creó un distrito independiente: el Distrito Northwest European, junto con Dinamarca. En 1976, los Países Bajos se convirtieron en un distrito independiente, y en 1995, en un distrito Fase 3.
El Distrito Netherlands tiene una larga trayectoria de acercamiento con el evangelio y el mensaje de santidad bíblica a quienes se encuentran en transición desde otras regiones del mundo hacia el norte de Europa. En los últimos años, se ha observado un creciente número de comunidades migrantes que se han asentado en el Distrito Netherlands, muchas de las cuales se han convertido en congregaciones: portuguesas, farsi, árabes y búlgaras. El distrito ha acogido con entusiasmo estos avances y ha buscado deliberadamente acoger e integrar a estas diversas congregaciones en las estructuras existentes.
También se ha dado un paso intencional para centrarse en la fundación de comunidades misionales en la zona sur del país, tradicionalmente católica. Un fruto de este desarrollo fue la fundación de una iglesia en Bélgica.
Además, las crecientes congregaciones caboverdianas y portuguesas en Luxemburgo están extendiendo sus fronteras para conectar con pastores, personas e iglesias, en un esfuerzo por fortalecer los lazos y la comunión mutua.
Holleman continúa: “Este movimiento hacia un distrito culturalmente diverso y multilingüe significa que queremos enfatizar ciertos valores con mayor fuerza para ser uno en Cristo en nuestra diversidad. Se entiende claramente que debemos ser intencionales en cuanto a:
· Unidad. Nos desharemos de todo lo que nos divide para ser una sola familia de seguidores de Cristo (Efesios 2:11-15).
· Respeto. Estimaremos a los demás como superiores a nosotros mismos, para que podamos aprender unos de otros (Filipenses 2:2-8).
· Justicia. Defenderemos a nuestros hermanos y hermanas cuando sean agraviados o necesiten ayuda (Santiago 2:14-22).
· Integración. Nos animaremos y apoyaremos mutuamente para integrarnos bien en nuestras comunidades y la sociedad en la que vivimos”.
A medida que se expandían los límites del distrito, los congregantes sentían un profundo deseo de crecer. Ese deseo, según Holleman, es “tener un mayor propósito en convertirnos en un distrito multilingüe y culturalmente diverso, y con nuestros valores identificados, dejar huella y ser un testimonio cristiano en tiempos de represión de grupos étnicos, discriminación y racismo”.
Esta historia se publicó originalmente en MNI Central, un boletín semanal de Misiones Nazarenas Internacionales.