La Iglesia del Nazareno y los Ministerios de Compasión del Nazareno respondieron a las comunidades en la región de Madre de Ríos en Perú después de que lluvias torrenciales causaron que los ríos Tambopata, Madre de Dios e Inambari inundaran más de 3500 hogares.

Lila Ventura, quien está a cargo de una obra en la localidad de El Triunfo, Perú, dijo que muchas de las familias quedaron atrapadas en sus casas cuando los ríos se desbordaron el 21 de febrero. Posteriormente fueron rescatados por botes y alojados en escuelas, que se han convertido en refugios temporales.

Susana del Aguila, coordinadora de MNC para el distrito de Perú Sur, trabajó con el superintendente de distrito para ayudar a las víctimas. Se recaudó una ofrenda entre las iglesias del distrito, también recolectaron ropa y compraron suministros que se entregaron a los feligreses en El Triunfo. Se está ayudando a unas 70 familias del sector El Triunfo.

Silvia Mantilla Clemente, vecina de El Triunfo, dijo que cuando comenzaron las inundaciones no supieron reaccionar porque pasó muy rápido y no estaban preparados. Ella tiene la esperanza de que puedan superar todo lo que ha sucedido y agradece a Dios que estén vivos. En el barrio donde vive no tienen agua potable ni luz, y la carretera que da acceso al barrio está destruida.

Miles como ella se ven afectados, muchos de los cuales lo han perdido todo. La autoridad regional de Madre de Dios también informó que las áreas agrícolas se vieron muy afectadas.

Celia Osorio Soto es madre de seis hijos. Dijo que la situación era muy inesperada y se sintió impotente cuando vio que sus posesiones se alejaban flotando.

“Saqué a mis hijos y perdí mis cosas”, dijo. "Mi casa es un desastre".

Tanto Mantilla como Osorio están muy agradecidos con la iglesia por la ayuda que recibieron.

“Ahora tengo un poco de comida para darles a mis hijos y gracias a todos los que están apoyando, tengo mucha esperanza”. Dijo Osorio. “Con la ayuda de Dios, sé que todas las familias que se han visto afectadas van a seguir adelante”.

Muchas necesidades como ropa, sábanas, colchones, mosquiteros y medicinas aún no están satisfechas, pero Ventura es optimista y dice que seguirán orando para que Dios toque los corazones para que sigan llegando provisiones, incluida la ayuda espiritual.

"La ayuda ha impactado la vida de las personas al demostrar que la Iglesia del Nazareno se preocupa y está preparada para ayudar en tiempos difíciles", dijo Ventura.

--Iglesia del Nazareno América del Sur