A principios de marzo, Josh y Shannon Herndon se encontraban haciendo compras en el supermercado local en Brasov, Rumania. Shannon recibió una llamada de un amigo informándole que el país entraría en un estricto confinamiento a la medianoche para frenar la propagación del coronavirus.

"Sentí una sensación de pánico en ese momento", dijo Shannon. “No sabíamos cuánto tiempo estaríamos encerrados o cuáles serían los requisitos. Inmediatamente cambié mis planes de compras a lo que necesitaríamos en el futuro previsible en lugar de en los próximos días. En 24 horas, nos vimos en un confinamiento estricto".

Si bien aproximadamente 50 misioneros nazarenos se han encontrado atrapados en lugares fuera de su asignación misionera por los cierres repentinos, cientos más, incluidos los Herndon, se encontraron confinados en su lugar de asignación misionera.

En Rumania, la policía hizo cumplir estrictamente este confinamiento. El gobierno solamente permitió cinco razones por las que las personas podían salir de sus hogares, incluidos la compra de alimentos, la búsqueda de atención médica y el paseo de mascotas. Las infracciones podrían acarrear grandes multas e incluso la cárcel.

Sus hijos, Karis y Kaeden, al principio caminaban por la calle hacia el parque todos los días, lo cual estaba permitido. Pero pronto se cansaron de ser detenidos e interrogados por la policía cada vez que salían. Después de unas semanas, dejaron de salir.

Los aeropuertos del país cerraron durante meses, y la familia Herndon experimentó tensión al saber que si había una emergencia familiar fuera de Rumania, no podrían viajar para ayudar o incluso asistir a un funeral.

“Esa fue la primera vez que sentí eso”, dijo Shannon, cuya familia también había servido como misioneros durante muchos años en España y Grecia. “El trabajo misionero en la actualidad requiere que seas muy móvil. Uno puede llegar a donde se necesite. Nunca antes habíamos estado aislados de esa manera. Era algo extraño".

Shannon dijo que a Josh, con su carácter de extrovertido, le costó mucho lidiar con el encierro.

"No tenía la opción de interactuar con otras personas".

Josh y Karis idearon un proyecto creativo para mantenerse ocupados: la "foto del día" para compartir en sus páginas de redes sociales. Lo llamaron "La guía de supervivencia para personas extrovertidas", la serie de 52 días incluye escenas divertidas de Josh y Karis mientras expresaban sus sentimientos sobre la experiencia de aislamiento que en sí no era tan divertida.

En una fotografía, aparecen cargando un cañón de papel higiénico. En otra, los dos se meten en grandes cajas de cartón, lo que ilustra la sensación de estar "encajonados". En otra, Josh parece que está tratando de volar en una cometa mientras Karis sostenía la cuerda.

“Simplemente intentaron restar importancia a la situación. Fue una buena manera de involucrar a las personas y de tener algo divertido que hacer”, dijo Shannon. “Desató muchas conversaciones con personas de todo el mundo. Mucha gente nos dijo: 'Quisiéramos que siguieran encerrados para que siguieran produciendo fotos', y Josh les respondió: 'me volvería loco'”.

Este es un extracto de una historia que apareció originalmente en Where Worlds Meet. Para leer el resto de la historia, haga clic aquí.

-- Iglesia del Nazareno Región Eurasia