Ministerio Ágape brinda esperanza a los adolescentes de Nepal
En una sofocante mañana de monzón, el servicio de adoración semanal acaba de terminar en New Community Church of the Nazarene en Katmandú. Mientras los adultos charlan camino de las salidas, 36 adolescentes se dispersan por el salón con techo de chapa.
La mayoría de los cristianos de Nepal pertenecen a la generación más joven, lo que con-trasta notablemente con la edad media de los cristianos del Occidente. Pero ver a muchos ado-lescentes en una congregación pequeña es sorprendente, sobre todo porque varios proceden de hogares no cristianos. Han sido traídos aquí por Ágape.
Ágape está dirigido por Rohit Magar, de 22 años, que también da clases en una escuela cercana. Tras un entusiasta acompañamiento de guitarra, recuerda a todos que mañana es el décimo aniversario del grupo. Ágape fue organizado inicialmente por Rohit y algunos de sus amigos de 12 a 15 años para hacer deporte y confraternizar.
El grupo solía aportar algunas rupias (la moneda de Nepal) para pagar el precio por hora de un partido en una cancha de fútbol cubierta que era uno de los únicos espacios deportivos en la densa mancha urbana que rodea Tikathali, el barrio de la iglesia.
Sin embargo, ese principio de recaudar fondos comunes pronto se extendió más allá del dinero del futsal (fútbol sala). "Si a alguien del grupo le falta algo, lo recogemos y se lo da-mos", explica Devna*, una joven líder de Ágape en formación.
En Tikathali, como en la mayor parte de Katmandú, las familias de clase media viven codo con codo con vecinos sin tierra ni trabajo fijo. La escuela une a los niños de esas familias, y ahora también lo hace Ágape.
Los adolescentes se ayudan unos a otros, asegurándose de que a ninguno le falte lo esen-cial, especialmente uniformes y material escolar y el pago puntual de las tasas escolares. Si alguien se pone enfermo, los demás irán a su casa, orarán por él y le prestarán la ayuda que necesite.
También se aseguran de que nadie se quede fuera de la diversión: natación, estudios bíbli-cos, esgrima bíblico, ensayos musicales, excursiones a zonas verdes y picnics de comida casera en las laderas del Himalaya que se elevan sobre la niebla tóxica de Tikathali.
“In our school, if there’s a trip, then ‘no money, no go.’
Pero en Ágape no es así", sonríe Alina*, de 15 años. El principio de no dejar a nadie fuera atrae a jóvenes de todo el barrio, al igual que el espíritu de generosidad de Ágape. Hoy Rohit les recuerda a todos que Bibek*, uno de los miembros del grupo, acaba de aprobar los exámenes de octavo curso con sobresaliente, y han acordado comprarle una calculadora para celebrarlo.
Los costes del apoyo mutuo, el compañerismo y la diversión a veces superan lo que los ado-lescentes pueden recaudar por sí solos. Detrás de donde se reúnen esta mañana los adolescen-tes de Ágape, cuatro miembros de New Community Church of the Nazarene cuentan el dinero de la ofrenda semanal del culto que acaba de terminar. Algunas de esas rupias se destinarán a apoyar este ministerio juvenil. La iglesia se compromete plenamente a apoyar a Ágape y a sus jóvenes líderes.
Ganga Mukhiya, superintendente de distrito de Nepal, es el pastor principal de New Com-munity; él la fundó hace 15 años. En una cultura en la que cabe esperar que los máximos líde-res ejerzan un estrecho control, él se distingue por la libertad y el aliento que da a los líderes más jóvenes de la congregación. Eso incluye a Rohit, a quien Ganga conoció hace muchos años. A lo largo de los años, Ganga ha proporcionado apoyo y tutoría a Rohit, tanto durante el lan-zamiento de Ágape como en su continuo crecimiento.
"Muchos de estos jóvenes no conectan con sus padres, profesores o la generación de creyentes de más edad", reflexiona Ganga. "Pero se conectan entre sí. Ágape les da oportuni-dades que nadie más en sus vidas les apoyará, y nosotros queremos apoyar eso como igle-sia".
Este artículo apareció originalmente en la Revista MNC. Para leer la historia com-pleta, haga clic aquí.
*Se cambian los nombres de los menores