En una muestra conmovedora de fe y unidad, la ciudad de Chiclayo se vistió de celebración para conmemorar el Día de la Biblia bajo el lema “La Biblia une familias”. Con una asistencia que superó las 10 mil personas, este evento se convirtió en un hito en la vida de la comunidad cristiana de la región Lambayeque.

La marcha comenzó en el emblemático parque infantil de Chiclayo. El evento destacó a la comunidad cristiana en toda la región de Lambayeque ya que todas las iglesias que conforman la FRAPEL (Fraternidad de Pastores Evangélicos de Lambayeque) se unieron en esta jornada de celebración y reflexión.
La Iglesia del Nazareno estuvo especialmente presente, con un total de 60 líderes y más de 1,000 hermanos participando activamente en la marcha, ondeando pancartas que proclamaban su amor por la Biblia y su fe en Cristo.

El Colegio “El Nazareno” también hizo su aporte al desfile, con estudiantes desde nivel inicial hasta nivel secundario, incluyendo carros alegóricos que agregaron color y alegría al evento.

"La Marcha por el Día de la Biblia demostró que la fe es un lazo poderoso que une a las familias y a la comunidad”, dijo el superintendente del Distrito Norte de Perú, Marcial Banda. “Fue una celebración de amor, unidad y espiritualidad que dejó una huella imborrable en el corazón de Chiclayo y reafirmó el papel central de la Biblia en la vida de las personas".

El recorrido llevó a los participantes a través de las principales avenidas y calles de la ciudad, mostrando a Chiclayo que la fe cristiana trasciende fronteras y une corazones. Cada paso dado estuvo acompañado de oraciones y alabanzas, recordando la importancia de la Biblia como fuente de guía y fortaleza espiritual en las familias.

El punto culminante de la marcha fue la llegada al Parque de “Las Musas”, donde miles de personas se congregaron para celebrar un culto de acción de gracias a Dios. Fue un momento de profunda emoción, con participaciones especiales que llenaron el lugar de alegría y alabanzas que elevaron los corazones de los presentes.

La prédica, a cargo de un destacado pastor local, resonó en los corazones de los asistentes y fue un mensaje de bendición para todos. Muchos se sintieron inspirados y encontraron consuelo en las palabras de esperanza compartidas durante el culto.

Iglesia del Nazareno América del Sur.